Nacer de la vida animal. Ensayo. #JuevesLiterarios

Por: María José Castañeda Gómez. Activista de la revolución de la cuchara.

“Un país, una civilización se

Puede juzgar por la forma en

Que trata a sus animales.”

Mahatma Gandhi.

Se nace de un útero, de una mujer o hembra, donde el hombre o macho contribuye su espermatozoide; no existe diferencia cuando se va a hablar de la gestación de una vida, ya sea humana y/o animal. Teniendo en cuenta lo anterior se puede deducir  la razón por la cual los humanos no se deben considerar superiores, inferiores a aquellos animales no – humanos [A propósito de la conceptualización de Martha Nussbaum, en relación a denominar a los animales como seres con sentimientos. Entiéndase de aquí en adelante cuando se nombra el concepto de animales no – humanos.], sino iguales; concepto definido como animalismo. Por el hecho de tener la capacidad de mirarse a los ojos, sentir que fueron paridos gracias a la madre tierra, porque su sangre late en un solo ciclo, el ciclo de transitar un camino sin perder los sentidos ya que juntos provienen de la naturaleza.

Todo inicia cuando los seres humanos decidieron tomarse el libre derecho de hacer de los animales un objeto más para el quehacer de sus necesidades en diferentes ámbitos de su vida cotidiana, ejemplos específicos como los siguientes: la alimentación, vestimenta, entretenimiento, experimentación y animales de compañía en situación de calle y abandono.  

La alimentación, es muy complejo hablar de este tema; porque a la mayoría de las personas las criaron con la visión, de que no es malo comerse a otros animales, es natural tener en sus platos una vaca, cerdo, gallina o un pez los cuales están totalmente muertos y aún así no hacen caso omiso a eso, tan solo digieren cada pedazo sin tener la concepción de que están cometiendo una atrocidad, pero esa es la última etapa de las tres de las cuales tienen que vivenciar estos seres, la primera es nacer, sin saber que ya están destinados a complacer los paladares de otros terrícolas, la segunda, ser torturados de distintas maneras en mataderos, granjas industriales y por medio de la pesca. La humanidad es ciega, inconsciente de sus actos, hasta el punto de permitirse tener una vida en sus bocas; ya sea asada, cocinada o tal vez cruda, donde la última puede estar empapada de sangre y de todas formas no les interesa aquello porque sencillamente así es esta sociedad, individualista e indiferente de lo que sucede diariamente con otros. La próxima vez que coman animales, por favor miren sus rostros y después los de ellos e intenten hacerse la pregunta, ¿cuál es la diferencia? Si se detienen, finalmente podrán haber encontrado la respuesta de la incógnita y sabrán que la única diferencia es aquella que se imaginan en sus mentes, por lo contrario, si no lo hacen lastimosamente otro animal dejara este mundo.

La mayoría de veces la gente no sabe de dónde viene la vestimenta que porta, simplemente la compran porque es bonita, les gusta, es la que está de moda o por capricho. Sin embargo por ninguna razón se detienen a preguntarse, ¿esto estará hecho del cuero, piel, lana, plumas de algún animal?, en muy pocas situaciones, porque solo les interesa cubrir su cuerpo con la finalidad de protegerse de las eventualidades del tiempo a costa de que otro pierda su abrigo pero más que su abrigo, es aquello que compone su cuerpo y lo hace especial, diferente a otras especies. No creo que a los lectores de este ensayo les agradaría que los matarán para despojarlos de su piel con el objetivo de elaborar una chaqueta con ella, sería una masacre. Entonces a las ovejas, zorros, gansos, vacas e infinidad de animales -no humanos- utilizados para esta industria tampoco les gusta que se los hagan, puede que ellos no puedan expresarlo propiamente con la voz pero seguramente quisieran hacerlo, ya que ellos no entienden el porqué de este acto tan cruel hacia ellos, tan solo son utilizados como un comercio, una ganancia y nada más. ¿Cuántas vidas se necesitan para un abrigo?, se espera que ninguna más, simplemente hay que ponerse en su piel, sentir ese descabellado dolor para así entender que nadie es dueño del cuerpo de nadie.

No es divertido utilizar a los animales como fin de entretenimiento; ya sea en los circos, zoológicos, acuarios, corridas de toros, carreras de caballos, la caza, peleas de gallos y perros. En cada uno de estos actos se obliga a los animales -no humanos- a ser quienes no son, manipulan sus cuerpos, su manera de actuar, su propia identidad, con el motivo de presentar un espectáculo supuestamente “artístico” y “cultural” para el disfrute de los espectadores. Detrás de cada una de estas actividades se vive otra realidad, diferente a la que cada persona participe de ellas piensa, es una realidad indignante, camuflada, sin ningún sentido y rodeada de rostros tristes que aclaman no ser tratados como cosas, porque los animales no nacieron para entretener, ni ser humillados ante sujetos que son incapaces de respetar la vida, ellos no son seres de diversión, son una luz en el viento que merecen una liberación justa que por ende ya está privada desde el momento que comenzaron a hacer parte de una jaula, mejor dicho la cárcel creada para la visión de seres con ceguera de encontrar el valor de la vida y de lo vivo . A la humanidad le hace falta pensar que, «El alma es la misma en todas las criaturas, aunque el cuerpo de cada uno es diferente.» Hipócrates.

Las ciencias médicas, físicas, biológicas no son las únicas que utilizan animales en sus laboratorios, de igual manera cada año, infinidades de estos son sometidos a pruebas, experimentos demasiado dolorosos para asegurar la eficiencia de productos de aseo personal, cosméticos, limpieza. También la industria de las armas, la industria militar y la industria del tabaco hace parte de este colectivo donde se pretende dar a utilizar la inteligencia en su mayor nivel pero tristemente no es así. Porque es impresionante que en pleno siglo XXI se sigan utilizando a los animales -no humanos- como prototipos preventivos de la humanidad; se refiere a preventivos ya que primero se experimenta con la vida de primates, ratas, conejos, gatos, perros, cerdos para así después garantizar la protección de otra vida, pero en un mismo sentido, la belleza y salud;  es algo egoísta, ilógico, imperdonable e inhumano. Nadie merece ser tratado como “conejillo de indias” y condenado a habitar a la intemperie en laboratorios a causa de la ciencia.

Aquellos perros, gatos que habitan la calle y son abandonados,  están ahí por la no conciencia del significado esencial de cuidar la vida como unión de uno solo del cual ellos y los seres humanos hacen parte, aquellos que casi siempre deciden el comprar uno de raza, en vez de adoptar uno sin casa; porque simplemente se desviven por ellos cuando son unos bebés, pero al transcurrir el tiempo se dan cuenta que crecen y esto conlleva a tener responsabilidades aún mayores; así como un niño, niña necesita de afecto, atención, disciplina, recreación también esos dos seres mencionados al inicio las requieren. El negocio de compra de animales de compañía es tan lucrativo, las personas tienen una máscara en sus ojos para no ver lo verdadero de la situación y las consecuencias negativas que tiene esto; en primera instancia a las hembras se les trata como una máquina, a sus hijos de mercancía, después de esto, los últimos son separados de sus madres y llevados a tiendas de mascotas para esperar ser comprados por seres humanos desvividos por la ternura animal; claro está que no todas las veces tienen un destino triste y adquieren una familia indicada que se espera los cuiden para toda la vida. El punto de esto es tomar consciencia de lo siguiente: los animales de compañía o mal llamados mascotas no son un juguete, por ende no se deben abandonar. Porque tal como se ven niños, niñas, adolescentes y gente mayor viviendo en las calles; padeciendo necesidades, sufriendo por tanta negligencia de la sociedad, así mismo se encuentran de ambulando perros y gatos por las calles de muchas ciudades pidiendo un poco de respeto, es una misma realidad no hay diferencia alguna.      

Existen dos diferentes especies, la humana y la animal, las cuales comparten un mismo territorio, unas mismas problemáticas desde una visión distinta pero a fin de cuentas son una sola armonía donde los primeros, sin darse cuenta están acabando con la vida  de los segundos de una manera horrible, despiadada, en esta época ya naturalizan todo, y lo peor es que son indiferentes, no les duele, ni les pasa por la piel el pensar al menos por un segundo si a ellos les lastima tanto sufrimiento, crueldad que la gente les está causando porque sí, porque quieren. Son los  monstruos que matan vidas, piensan que son los dueños de cada ser que habita la tierra, pero no es así, por ningún motivo tienen el derecho de hacer de ellos sus esclavos, no nacieron marcados con un sello de propiedad, son libres al igual que ellos, intentan sobrevivir a las aberrantes adversidades que se les presenta en su territorio y además tienen que lidiar con la brutalidad, insensibilidad de los humanos, eso debe ser muy duro.

“Los ojos de un animal tienen el poder de hablar un gran idioma.” Martin Buber.

Pero aún la esperanza suscita en personas que son animalistas de corazón, defienden, protegen los derechos de esos seres vivos oprimidos, con tanta lucha y amor por medio de acciones respetuosas, admirables, sencillas con la intención de generar un cambio positivo a la sociedad, plantar esa semilla espiritual, sanadora, consciente para que así en un futuro próximo o más bien en el presente tenga frutos de saberes más purificados, dignos, justos hacia los animales. En un momento de la vida ya no habrá violencia hacia los animales -no humanos-, en un momento de la vida esas dos especies se podrán mirar con igualdad, respeto, amor y por fin se vivirá la liberación animal en en un solo sentir de danzar a la madre tierra, está la casa común donde la vida humana y animal hacen parte de una relación y convivencia como parte de una totalidad, por ello el cuidado de la vida y de lo vivo se hace urgente y necesaria porque:

 

“La tierra tiene fiebre

Necesita medicina

Y un poquito de amor

Que le cure la penita que tiene

La tierra tiene fiebre

Tiembla, llora, se duele

Del dolor más doloroso

Y es que piensa que ya no la quieren

Y es que no hay respeto por el aire limpio

Y es que no hay respeto por los pajarillos

Y es que no hay respeto por la tierra que pisamos

Y es que no hay respeto ni por los hermanos.”

(Ska de la Tierra -Bebe)

Sobre Dore Zapata

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