Paul Watson fue protagonista de los inicios de Green Peace, de ahí salió para dar rienda suelta a su feroz e incontenible activismo. Tan grande que pareciera que el ancho mar sería el único lugar con suficiente espacio y libertad para contenerlo. Y así fue. Watson se dio a la mar, fundo Sea Shepherd y desde entonces es conocido como el Capitán Watson. Lejos de ir a sacar del mar lo que no le pertenece, Watson se ha dedicado, a cuidarlo. Desde 1977 el Capitán Watson surca los mares defendiendo a las criaturas marinas. Hoy cuenta con una flota de 6 barcos y ha logrado hundir la no insignificante cifra de 11 barcos balleneros.
Por su parte la Interpol lo busca y varios gobiernos han emitido órdenes de captura en su contra. Watson, por supuesto, tiene su propia versión y mencionando que la caza de ballenas es ilegal (cosa que es cierta) dice:
“No deberíamos andar en estas, pero lo hacemos porque los gobiernos no se preocupan”.
Así es Watson, parece de película pero esta vivo y desde allá, desde el otro lado, donde las cosas se deben ver distintas nos manda su particular visión de nuestro mundo:
«Es bastante asombroso que nuestra sociedad haya alcanzado el punto donde el esfuerzo necesario para extraer el petróleo de la tierra, mantener una refinería, convertirlo en plástico, darle una forma determinada, transportarlo a la tienta, comprarlo y traerlo a casa, es considerado menos dispendioso que lavar la cuchara después de usarla. ¡Reduce tu plástico!.»
Es la invitación que nos llega esta semana.
Es Lo Mejor ser Vegano Siempre Positivo